viernes, 19 de noviembre de 2010

La luz del mundo

El laboratorio crece, se borra del mapa público de las miradas que no tienen solución. Vivo al margen de los años y las estrellas aparecen en un graderío silencioso desde donde cada noche se jactan en la distancia de su oronda fulminante calidez. Su luz es la luz combada del mundo de la bóveda de la caja que guardas bajo la tierra aún fresca del tiempo que ayer ya en el recuerdo te ha cambiado toda la vida.
Tú que me estás leyendo y nunca dices nada eres toda mi esperanza.

domingo, 14 de noviembre de 2010

No tan feliz 5

Tengo entradas que de dolor no desean publicarse.

Algunas entradas de este blog permanecen ocultas porque se duelen de mí.

lunes, 30 de agosto de 2010

Último poema

Mi último poema parte como casi todos mis poemas de una anécdota más o menos intrascendente que acaba convirtiéndose en todo un propósito de pensamiento. Un minimundo que fuerzo un poco, o me fuerza, para convertirse en la explicación de todas las cosas que me pasan.
Me pasan muchas cosas. Sobre todo me pasa que siempre pienso que no hago nada con mi vida. Sonrío y no me fijo casi nunca y debería porque no todo es siempre tan triste. Mi hija es un ser maravilloso, hay una falta de correspondencia entre la maravilla del ser humano y la crueldad del ser humano. El mundo es peligroso y estupendo. Este año quiero continuar alejado de la mediocreidad de la masa estúpida.

lunes, 24 de mayo de 2010

El diario

Aqui no hay nada. Pretextos para la literatura, sueños, tristezas, deseos, un capítulo de House, un diario sin tapas.

Aquí no hay consistencia. Mi última entrada habla del frío de Marzo y ahora es el sol, pero no puedes decirlo muy alto. Detesto el refrán Hasta el 40 de Mayo... No me toquéis los cojones. Y luego van y te lo explican ...Ya sabes el 40 de Mayo es el 10 de Junio porque un mes tiene 30 días... Coño no soy gilipollas, todos los mayos el mismo refrán y la misma tontería.
Los días vuelan como en Davos Platz. La rutina hace de la vida un mecanismo. Un movimiento circular lleno de frases hechas estúpidas. Menudo día llevo. Estoy hasta arriba. Es la primera vez que me siento en todo el día...
Estoy bastante triste y bastante ocupado. A veces leo poco y a veces leo cosas muy buenas.
Aquí no hay nada. Las musas desde luego nunca me van a pillar trabajando. Me encontrarán dando vueltas, enredando, limpiando mis herramientas, en el Mercadona, tocando un árbol, besando a mi hija, acariciando a mi mujer, con el Control.Alp.Supr, el power del mando a distancia, una escoba, Hello Kitty, Apiretal, Fairy, rosas, silla, mercurio, tierra, canas, ataúd.

sábado, 23 de enero de 2010

Gran Ford Escort


¡Ésta vida! Ahora escribo de madrugada, porque tengo un trastorno del sueño tan severo que me resulta impensable dormir de forma consecutiva más de cuatro horas. El silencio y la NBA son dos ventajas que tiene la noche. La desventaja es que yo soy una persona del día, un caballero desayunador que no tiene con quién desayunar. Saludo a la rumana que me sirve el café y me voy a la biblioteca a penar.

Pero yo no iba a esto. Yo iba a la vida, que es parecido a lo mío. Ayer la vida me regaló una película totalmente maravillosa. Hace poco ya me había regalado una pequeña joya llamada Lost in translation. Ayer vi Gran Torino.

¿La habéis visto y os habéis emocionado? Si no es así no sigas leyendo, abre otro absurdo blog y olvida éste porque no tienes ni tendrás nada que ver conmigo. Si te has emocionado cuando vengas a Madrid dímelo y quedamos para darnos un abrazo.

Podría comentar toda la película. Porque es tan maravillosa que te olvidas de los tópicos y las imperfecciones. Cierro los ojos y veo a un viejo polaco gruñón bebiendo cerveza sentado en su porche mientras sus dientes rechinan por todo lo que no le gusta. Está ansioso sin saberlo de un buen abrazo, de comunicarse, de comer al lado de otro ser humano, de ser el padre de algún atontado y decirle “mira mariquita si no invitas a Yogurt a salir, lo haré yo”. Yo comparto sus mismas ansias.

Si alguien cuenta los pájaros que hay en el árbol de mi casa, yo le regalo un cinturón de herramientas y si me invitan a croquetas, les presto mi coche para que se den una vuelta. Si alguien me quiere, yo le querré y si me abandona, me sentaré en el porche de mi casa a beber cerveza. La vida es muy sencilla, se trata de eso ¿no?

Quizá sea yo dentro de cincuenta años, es posible que no tenga que enfrentarme a una banda callejera, ni a un grupo de morenos que acosan a una jamona, pero seguro que como ahora, mis amigos serán el peluquero, el borracho del bar de abajo y el conserje del teatro. La vida no da para mucho más.